- Canto General de Chile
- Pablo Neruda compró la casa de Isla Negra a un español socialista, viejo capitán de navío, retirado, que la construía para vivir con su familia. Como la casa estaba a medio hacer, el poeta pudo terminarla a su gusto; continuó la estrecha ala de cemento con un ancho living-room de piedra, en el cual abrió un enorme ventanal que causa el asombro de los arquitectos y entendidos: desde allí pueden verse la playa, el rompiente de olas, el vasto cielo y una larga extensión de costa que va hasta el puerto de San Antonio. Entre el living y el ala de los dormitorios y del comedor hay una alta torre. El piso inferior de la torre está relleno de conchas marinas y allí se encuentra el gran timón de un barco junto a un farol que iluminó alguna callejuela del puerto; en el segundo piso de la torre estuvo el dormitorio del poeta, dormitorio redondo con ventanas de mar, que da a un pasillo que luego se ensancha bajo el tejado y tiene la baranda sobre este segundo piso de la casa se sube por una escala de cordel, como la de los barcos. Junto a ella se encuentra La Medusa, enorme mascarón de proa, de madera pintada, que han roído y desteñido los años y la sal de los mares por donde abrió la ruta de su barco. En el extremo opuesto del living, y suspendida de la baranda del segundo piso, está la María Celeste, mascarón de proa más pequeño. La María Celeste es de lustrosa madera oscura; su rostro, de una dulce e imperiosa belleza. Al construir el living, se respetó una gran roca negra que ahora surge altiva y solitaria en su rincón, rodeada de cacturs y de plantas que florecen en la tierra que la circunda. El resto del piso es de baldosa de greda roja. En una de las paredes hay una gran chimenea; frente al ventanal, una larga mesa de madera maciza, a la cual solía sentarse Neruda a escribir o a observar con su catalejo el vuelo de los pájaros.
Enciclopedia Universal. 2012.